El Gran Premio de Malasia
celebrado hace unas semanas en el circuito de Sepang fue sin duda alguna el más
polémico desde su introducción oficial en el calendario a finales de 1999. Esta
vez no ha sido la tónica ni las altas sensaciones térmicas (superiores a 30
grados y más de un 70 por ciento de humedad) ni la acción en pista (si bien no
fue una procesión precisamente). La polémica ha surgido a través de las órdenes
de equipo, en parte del equipo Mercedes (Ross Brawn, jefe de equipo de
Mercedes, no permitió a Nico Rosberg adelantar a su compañero de equipo Lewis
Hamilton cuando el alemán era claramente más rápido que el británico) pero
principalmente en la desobediencia de Sebastian
Vettel a las indicaciones de su equipo de no adelantar a Mark Webber, compañeros de equipo de Red
Bull Racing.